domingo, 27 de febrero de 2011

Extra EP: Silvertongue gana una batalla!

Sí, amigos y amigas, lo habéis leído bien. Contrariamente a todas las leyes de la costumbre y la decencia, yo, Silvertongue, he ganado una batalla. Y nada menos que contra T-43. Así, trasplás.

Sucede que él quería probar a sus Skavens, y yo reconciliarme con mis Elfos Oscuros (que, como todos mis ejércitos, reciben rutinariamente palizas a manos de mis dos compañeros). La batalla ha sido a 2500 puntos, y para el final el recuento de puntos de victoria ha sido el siguiente:

-T-34: 860 puntos, incluyendo lo siguiente:

  • Una Gran Hechicera (mi general, además).
  • Una Hechicera No Tan Grande.
  • 20 Ballesteros.
  • 20 Lanceros.
  • Y ya. Por lo demás, y siendo justos, ha matado al 70% de mi Guardia Negra con la Maldición de la Rata Cornuda, se ha cargado a 14 Elfas Brujas en varios combates, a las dos Acólitas que acompañan a la Sacerdotisa del Caldero de Sangre, 10 ballesteros, 14 lanceros, los dos Señores de las Bestias que acompañan a la Hidra... Y ya.
-Silvertongue: *redoble de tambor*: 2002 puntos, incluyendo lo siguiente:
  • Un Vidente Gris, su Campana y los 40 Alimañas que le acompañaban. Mención especial merece la Hidra, que en un turno se cargó a unos 25 Alimañas ella solita. 
  • 20 Monjes de Plaga con su Sacerdote al mando.
  • 60 Guerreros de Clan.
  • 60 Esclavos.
Al final de la batalla, a T-34 le quedaban en la mesa dos Amerratadoras, 4 Jezzail, y un Ingeniero y el Portaestandarte de Batalla, ambos huyendo de forma poco decorosa.
La unidad de la partida sería, por mi parte, la Hidra y las 25 Elfas Brujas, que han ido cortando unidades Skaven como un cuchillo caliente corta la mantequilla. Sonido pringoso incluido. 

La puntuación, por lo tanto, es de 1142 puntos a MI favor. Una victoria aplastante es con 200 puntos, así que digamos que he tenido 5,71 victorias aplastantes una sobre otra. :__)

Perdonadme el momento autobombo, pero ya no recordaba la última vez que había ganado. Loado sea Khaine!
(ahora vendrá T-34 a decir que si es mentira, que si él no sabía no-sé-qué, o cualquier otra excusa, como si lo viera... )

2 comentarios:

  1. No sería yo si no lo hiciera.
    Gracias a esta partida he podido comprobar dos cosas: que un ejército con odio es unbalanced en 8ª (no quiero pensar ya en los altos elfos), y que de repente matar 24 miembros de una unidad de 25 es igual a cero en cuanto a puntos de victoria. "Señor, nos quedan dos elfos en la mesa y una hidra que no se tiene en pie!" "Es irrelevante, sargento Mierdecilla. Mire el reglamento y verá que da lo mismo. Y despídase de la tabla que compara puntos de ejército con puntos de victoria; si la diferencia es de 200 puntos de mierda, es una Gran Victoria Apocalíptica". "Pero oiga, eso es absurdo!" "En efecto, sargento Mierdecilla. Juguemos al Monopoly".

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  2. Búuuu! Quedaban MUCHOS más de dos Elfos en la mesa!
    Y el odio está ahí para compensar las debilidades inherentes de los Elfos Oscuros (poca armadura, poca fuerza, poca resistencia).

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