El Imperio está que se sale. Con las nuevas reglas de artillería y disparo, el Imperio se ha convertido en un ejército increíblemente poderoso.
Siempre me ha gustado el tema de la pólvóra, y mis ejércitos imperiales lo atestiguan. Pero es que ahora es una locura. Arcabuceros disparando en dos filas, cañones que impactan siempre, morteros indesviables, cañón de salvas apocalíptico... Veamos por qué.
Antes, los destacamentos de 10 arcabuceros eran una cacota; o los disponías en línea, perdiendo un montón de zona de despliegue, o en dos filas de 5, perdiendo 40 puntos. Ahora son una felicidad, pues puedes desplegar con total comodidad una unidad principal de 16 en frontal de 8 y dos destacamentos de 8 en fila de 4. Bendito Sigmar, eso son 32 disparos! Además, con las reglas de destacamentos, es imposible cargar a la unidad principal. Bueno, quizá sobrevivan uno o dos tipos. Yu-jú.
Los cañones. Reconozco que no me gusta nada la desaparición de estimar distancias. Lo considero una medida más de la habilidad de un jugador, que ahora pasará a la historia. Ahora, simplemente tienes que poner el marcador a una distancia igual a la media del dado de artillería, y tu cañón impactará siempre. Jodidamente siempre. Matemáticas, mi dearrr friends. Vale, muy de vez en cuando no, pero lo que cuenta son los grandes números.
Morteros y salvas: con la adición de ingenieros se convierten en una locura. El mortero no se dispersará, y el cañón de salvas tendrá una supervivencia media del doble. Además, según las reglas un ingeniero puede utilizar su habilidad más de una vez por turno, o al menos eso entiendo yo; mantén a tu ingeniero a 3 UM de ambas máquinas y todo feliz. Incluso, si tienes mala suerte y explotan, en ningún sitio pone que el ingeniero reviente con ellas. Esto es, simplemente, abusivo.
Hasta la aleatoria batería de cohetes se convierte en un fiable instrumento del dolor, pues su F5 puede llevarse con facilidad una unidad entera de elfos, goblins o esqueletos. Una unidad entera, señores. Plantilla grande, hiere a 2+ con R3, -2 a la salvación por armadura. Kaboom.
¿Y qué decir de los herreruelos? La caballería rápida puede mover y disparar, incluso cuando se reagrupan; tienen movimiento de vanguardia, que les acerca al enemigo; y el alcance de las pistolas se ha aumentado. Tienes diez bonitos disparos en una caballería ligera, que puede jugar al gato y al ratón con tus tropas. Maravilloso.
Doy fe de todo esto, pues recientemente me enfrenté a un ejército imperial. Para el jugador imperial está muy bien, pero para los enemigos es un coñazo absoluto (en términos de diversión). Pero en fin, además de divertirse, ganar está bastante bien, por lo que no hay que culpar a este tipo de ejércitos. Es saber aprovechar las reglas y saber construir listas robustas; también es habilidad, al fin y al cabo.
Que Sigmar nos pille confesados.
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